Los
Presupuestos Participativos son una herramienta de participación y gestión de
la ciudad, mediante la cual los ciudadanos y las ciudadanas pueden proponer y
decidir sobre el destino de parte de los recursos municipales.
El
Presupuesto Participativo tiene como principal objetivo la participación directa
de la ciudadanía en este proceso, con el fin de establecer las principales
demandas y preocupaciones de los vecinos en materia de inversiones públicas y
actividades y programas e incluirlas en el presupuesto anual de la ciudad,
priorizando las más importantes y realizando un seguimiento de los compromisos
alcanzados.
El principal
aporte de los Presupuestos Participativos es el asentamiento de la idea de una
ciudadanía activa, haciendo partícipe al vecino y vecina de la marcha de la
ciudad. Entender, en definitiva, la gestión pública como algo que tiene que ver
con nuestras vidas, y que podemos no solo participar, sino también decidir sobre
estos asuntos públicos.
En el
proceso de los presupuestos participativos podemos identificar claramente los
tres principios constituyentes del Gobierno Abierto:
-Transparencia: transparencia en la gestión
municipal, al compartir entre todos el debate acerca de en qué se van a gastar
nuestros impuestos.
-Participación: fomentando la comunicación entre
administración y ciudadanos, generando espacios de interlocución entre
políticos, vecinos, colectivos y técnicos.
Es un proceso
abierto a todo el mundo, que posibilita la participación directa de todas las
personas, superando así la participación representativa, que se limita a la
acción de votar cada cuatro años en las elecciones municipales.
-Colaboración: se trata de un proceso
autorregulado, es decir, que son los propios participantes los que deciden cómo
deben ser las ?reglas del juego? que deben regir el proceso.
Fomenta la reflexión
activa y la solidaridad por cuanto todos los vecinos y vecinas tienen la
oportunidad del conocer y dialogar sobre los problemas y demandas del resto.
Como vemos,
los Presupuestos Participativos hablan de dinero, pero también de nuevos
espacios de participación, de profundización democrática en la vida local, de
participar para decidir. Hablan en definitiva de apropiación de los asuntos
públicos por parte de la ciudadanía.
En la actualidad son muchos los
Ayuntamientos que están incorporando a su gestión municipal los procesos
de "Presupuestos Participativos", pero tomo como experiencia los
Presupuestos Participativos de Sevilla, al ser mi ciudad y uno de los
modelos referentes en España mientras estuvieron vigentes, pues el ultimo año que estuvieron en activo fueron 2009-2010.
- Los Presupuestos Participativos
de Sevilla.
El Ayuntamiento
de Sevilla inició los Presupuestos Participativos en el 2004, con el objetivo y
la voluntad política de profundizar en la aplicación de la democracia
representativa, ampliándola e incorporando democracia directa por medio de la
cogestión con la ciudadanía. El modelo a seguir en un principio fue la
experiencia de Porto Alegre. Pero la solución final sevillana fue un híbrido
entre las experiencias Latinoamericanas y algunos referentes en el territorio
español .
La aplicación del Presupuesto Participativo en la ciudad de Sevilla se basa en
la metodología de la Investigación-Acción-Participativa que pretende por un
lado que se produzca conocimiento para la transformación social y por otro, y
más importante que sean los propios vecinos y vecinas los que generen este
conocimiento y transformaciones.
La
planificación inicial incluía una descentralización administrativa y se tomaron
como puntos geográficos de referencia los Centros Cívicos. A partir de estos se
conforman quince zonas de referencia territorial para iniciar el proceso e
involucrar al mayor número de personas posibles. Siguiendo la metodología de la
IAP se ligaron a cada uno de los Centros Cívicos quince Grupos Motores, uno
para cada zona. Esta es una de las principales innovaciones desde el punto de
vista metodológico. Se trata de grupos de personas voluntarias que asumen la
dinamización y la interlocución con los vecinos de la zona. Se organizan por sí
mismos, y cuentan con el apoyo administrativo y de medios del Centro Cívico,
además de los técnicos de presupuestos participativos. Sus componentes en la
práctica son miembros de las asociaciones de vecino, las Ampas y
de otras organizaciones y/o de otras personas sin organizar que han llegado al
proceso por diversas razones. Las convocatorias se abrieron a los colectivos
inscritos en los Concejos de Participación Ciudadana, a los usuarios de los
Centros Cívicos, y a todas aquellas personas interesadas en el proceso. Los
Grupos Motores son en definitiva lo que en la metodología de la IAP llamamos
Grupos de Investigación-Acción-Participativa (GIAP).
La
estructura de los presupuestos participativos sevillanos, al igual que otros
presupuestos, es cíclica, de carácter anual, en cada presupuesto se decide las
inversiones del año siguiente. El ciclo presupuestario queda así dividido en
dos partes. Una primera, previa a la aprobación de los presupuestos
municipales, en el que se genera todo el proceso de presentación y aprobación
de propuestas; y una segunda de la ejecución, en el que el protagonismo
principal lo ejerce los técnicos municipales y la ciudadanía tiene en sus manos
el seguimiento, por medio de las comisiones de seguimiento. Este proceso,
evidentemente se solapa con un nuevo ciclo de presentación y aprobación de
propuestas.
La
presentación de propuestas se produce entre enero y febrero. A la vez, si ese
año hay revisión de autorreglamento se comienza también las asambleas y
comisiones de autorreglamento. El autorreglamento en los primeros años tuvo una
vigencia anual. Sin embargo en los últimos años se decidió pasar a una revisión
bienal. Está cuestión, no obstante no es baladí, pues esta descompensación con
los ciclos de presupuestos puede estancar el proceso, ya que el autorreglamento
es a la vez una herramienta de mejora del proceso presupuestario y
participativo. Abril y mayo son los meses de revisión, subsanación y
presentación por parte del ayuntamiento de las propuestas que podrán pasar a
votación. El mes de junio concentra las Asambleas de votación, realizándose en
las asambleas de zona. Los meses de julio a septiembre concentran las reuniones
de las Asambleas Delegadas de Distrito y el Concejo de Ciudad que con la ayuda
y asesoramiento de los técnicos municipales, ponderan y priorizan las
propuestas. Las personas pertenecientes a estos órganos son delegadas de las
asambleas de zona, pero están abiertas a toda la ciudadanía. Esta priorización
consiste en el reordenamiento de las propuestas tras la aplicación de los
criterios de justicia social del autorreglamento. Esta corrección busca hacer
efectivos los principios de solidaridad y equilibrio entre territorios y grupos
sociales. Paralelamente estas propuestas son analizadas por las Áreas y
Distritos con la finalidad de evaluar su viabilidad técnica, legal y económica,
así como estimar su coste económico.
Desde aquí abogo porque los Presupuestos Participativos se vuelvan a establecer en el dia a dia de mi ciudad.